viernes, 4 de junio de 2010

CICLO DE CINE DE MUJERES

El Llanto del Enano


Imagen Tomada de: http://www.google.com.co/imgres?imgurl=http://alkek.library.txstate.edu/swwc/cdv/further_study/images/echeverria_film.jpg&imgrefurl

Escrita y dirigida Nicolás Echeverría el film sólo tiene algo malo: ser puesta dentro de la programación del ciclo de cine para mujeres de la Cinemateca Distrital. Protagonizada por el actor español Juan Diego, esta producción Mexicana retrata algunas vicisitudes de la aventura que enfrentaría Alvar Núñez Cabeza de Vaca cuando en 1527 se enrola en una expedición por el territorio que hoy es Texas y, sin mapas, sin guías, sin tan siquiera entender el idioma de los nativos que iban encontrándose, se pierden en medio de un inmenso río. Basada en el libro Naufragios, escrito por el mismo Cabeza de Vaca después de que tras ocho largos años viviendo con los indios logra contactar con los españoles, la historia mostrará la tensión entre un español de nacimiento que comienza a entender a los indígenas, que comienza a quererlos y dejar de verlos como sólo inferiores.
La película, como es habitual en el cine latinoamericano, muestra un bajo presupuesto de realización; sin embargo, esto es compensado por el ingenio, la actuación y los diálogos de la película. Por ejemplo en la primera escena, el punto en que Cabeza de Vaca tendrá que separarse de su comitiva e irse con unos pocos hombres, escena que debía grabarse en un río, la realidad es que se graba en una superficie de agua estática, sin embargo, los diálogos, las actuaciones logran hacer sentir el desespero, la impotencia, la rabia, el egoísmo, todas las emociones que unos náufragos en un verdadero río podrían sentir. Tal vez, por esta falta de presupuesto de la película es que en algunas partes el film se debe recurrir a que la escena sea absorbida por la actuación, presentándose de esta forma casos de sobreactuación.
Pese a ello, la película tiene una trama absorbente, se enfoca en la relación de Alvar Nuñez con dos chamanes, un indio orgulloso e imponente, y un enano sin brazos quien, en un principio, se encarga de hacerle la vida más difícil a Cabeza de Vaca, burlándose de él y humillándolo hasta que, en un arranque de frustración y de ira por su posición les grita a ambos a la cara que también es un hombre, que tiene casa, que tiene familia y que sufre en su soledad silenciosa sin idioma ni quien comparta sus penas.
En esta escena se expresa toda la potencia de la película, además que es a mi juicio la mejor lograda (http://www.youtube.com/watch?v=PZhD2rga1Iw). El indígena ante el monologo del español primero ríe pues no conoce la frustración de estar solo en tierras lejanas rodeado de hombres hostiles y costumbres extrañas, luego calla, y luego siente piedad por aquel que sufre, por el hombre que tiene en frente, sin distingo de idiomas o de nombres, de religiones o de historias, el indígena ama al hombre y no sus títulos ni sus poderes, y ello pronto lo entenderá Cabeza de Vaca, aprenderá a amar aquellas gentes sencillas, descubrirá la profundidad de sus secretos y la piedad que se esconde en sus corazones y que puede sobrepasar incluso la muerte.
Cuando aquel que demostró ser un hombre, cuando él, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, ha demostrado que es un hombre y no un demonio que mata por codicia, cuando él debe partir, el enano es el primero en llorarlo, un llanto viseral y triste, un llanto resignado, el enano llora al español que se aleja pues ahora no es el asesino sino el hermano, lo llora sin importar que son los de su sangre los que están matando y depredando por oro, por codicia, por desocupación, por pasatiempo. Es el llanto de este enano la escena más conmovedora del film, Alvar Núñez se irá, conocerá otros indígenas y se introducirá más y más en su mundo hasta que al fin encuentra a los españoles, encuentra su rastro de sangre y destrucción, encuentra los muertos sin razón y sabe que debe retirarse pues es esa la carne de su carne y no la bella inocencia de los indígenas.
Si bien nada tiene que ver con el ciclo del Cine para Mujeres, es una muy buena película, un intento de entender las raíces de lo que somos los latinoamericanos, un intento de destapar aquella historia que es también la nuestra.